Perderse

• Si lo que buscáis es perderos en un lugar como hay pocos en España, sin duda hospedarse en casa de Flor es una experiencia que no os podéis perder.
• En la punta de un monte, con unas vistas privilegiadas se haya la casa en un antiguo pueblo abandonado, Escanlar.
• Aconsejo llamar a Flor antes de llegar para que te recomiende la mejor ruta para llegar, con nosotros siempre estuvo disponible, incluso tarde por la noche.
• La casa es de piedra y madera de roble y castaño, es única. Tiene zonas comunes para descansar tanto dentro como fuera, te sientes como en casa.

• Hay cuartos para dos o más personas con mantas y se agradece el agua caliente para darse una buena ducha.
• Hay rutas muy bonitas que se pueden hacer desde que pones un pie fuera de la habitación.
• Lo que más me ha gustado es el ambiente relajado donde el único horario es la luz del sol y el trato de la anfitriona,
• Flor, que es una persona muy acogedora y amable. Volveré cuando necesite una buena dosis de desconexión.